Para que el funcionamiento del cuaderno sea correcto, hemos de asegurarnos de que las evaluaciones estén bien configuradas en cuanto a su rango de fechas. De lo contrario, la propuesta de nota final que nos ofrezca puede ser errónea al no abarcar las fechas correspondientes. Esto es algo que debe hacer el equipo directivo a principios de curso, pues el resto de docentes no puede cambiar su configuración.
Aquí es necesario tener claro que la normativa establece que la evaluación es continua, por lo que es un proceso que acompaña al aprendizaje y se extiende desde el primer día hasta el último. No se debe confundir el concepto de "trimestre" (término puramente temporal) con el de "evaluación" (término que se extiende a lo largo del aprendizaje, de principio a fin).
De esta forma, el rango de fechas correcto para cada evaluación sería:
- Primera evaluación: desde septiembre a diciembre.
- Segunda evaluación: desde septiembre a abril.
- Evaluación ordinaria: desde septiembre a junio.
Por tanto, la calificación de la evaluación ordinaria no es la media de los tres trimestres (esto supondría confundir "evaluación" con "trimestre"), sino la media aritmética de todos los criterios evaluados desde el principio de curso hasta el final, haciéndose el cálculo de la nota final de cada criterio según uno de los tres métodos de calificación posibles que ya nos ha explicado NumeraTOR.